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martes, 26 de noviembre de 2013

Alemania tortura al Pueblo español

Son estos, tiempos en los que resulta esfuerzo baldío convencer a nadie de que estamos siendo víctimas, no de una crisis, sino de una estafa premeditada. Y es que es tarea de titanes substraerse de la general opinión imperante y mantenerse al margen del intento desvergonzado de unos pocos, de hacernos creer que la culpa de lo presente la tienen los excesos presupuestarios del pasado; que los responsables son la Política y nuestra supuesta ingenuidad ciudadana; que sólo nos resta la resignación amedrentada ante los hechos consumados; y que la rebeldía es inútil.

Pero no. No es hora de claudicaciones. Reivindico desde aquí la plena vigencia de la Revolución y de la Política y proclamo, como tant@s otr@s antes que yo, que la estafa tiene como propósito esconder la desvergonzada maniobra de hurtar rentas a las clases medias y bajas y migrarlas hacia las altas mediante la supresión de derechos esenciales y fundamentales, tales como el acceso a la sanidad, a la seguridad social y a la educación universal, a la cultura, el transporte, los medios de comunicación públicos, la justicia independiente y gratuita, la libre expresión, la libre manifestación y reunión...

Esta prescripción de derechos, que son y debieran ser potestativos de la Ciudadanía y no otorgados por el Estado y sus administradores accidentales, ha venido inducida desde hace décadas por las arteras maniobras del Fondo Monetario Internacional, el Banco Europeo y la Comisión Europea --en definitiva, la Troika-- como consecuencia de la presión de lobbies megacapitalistas transnacionales (club Bilderberg, Comisión Trilateral, Council on Foreign Relations...) y ha sido ejecutada con entusiasmo y mano férrea por el Banco Alemán y la ultraderecha económica y política de ese país, representada por la CDU y liderada por Ángela Merkel.

Las consecuencias de la pérdida de rentas y la prescripción de derechos son terribles. A modo y manera de sus abuelos y padres hitlerianos y actuando como perros de presa de sus amos, los ultraderechistas alemanes y sus émulos españoles están provocando en España una auténtica masacre social: 6.000.000 de parados; 10.000.000 de pobres; 800.000 personas sin tarjeta sanitaria; 500.000 jóvenes expatriados en busca del sustento más básico; 300.000 desahuciados desde 2006; cientos de miles de abandonos en bachillerato y universidad por carencia de recursos familiares; caída en picado de salarios y pensiones y liquidación de subsidios; robo de depósitos bancarios; aumento salvaje de impuestos; miles de detenciones policiales; decenas de miles de multas gubernativas... Y muertos, muchos muertos. Por suicidio, por enfermedad inducida, por desesperación... Y espíritus aniquilados.

Los reaccionarios ultras neocon alemanes y sus sicarios PePeros mantienen amedrentada y sometida a la ciudadanía española y cada día ofician entre nosotros con menos sutileza y más crueldad, tal y como lo hacían sus antepasados ideológicos cuando hace 75 años practicaban el terror durante el desarrollo del mayor acto terrorista cometido nunca en el orbe terrestre: la (injustamente) conocida  como Guerra Civil española. Injusta, porque nunca fue guerra, pues consistió en un salvaje atentado contra civiles, orquestado por funcionarios armados traidores apoyados por escuadrones de la muerte falangistas, cedistas y renovados; injusta, porque nunca fue civil, ni cainita, ni contienda fraticida, pero sí una premeditada y alevosamente preparada labor de exterminio, ordenada por el Capital y la Iglesia contra las clases medias y bajas que se habían atrevido a alzar la cabeza exigiendo justicia y redistribución de la riqueza; injusta, porque nunca fue española pues miles de bárbaros (17.000 nazis alemanes, 60.000 fascistas italianos, 15.000 viriatos portugueses, 100.000 mercenarios moros, 2.000 ultras franceses e irlandeses y un largo etcétera de otros invasores) con el apoyo de sublevados patrios, cometieron en nuestras tierras cientos de miles de asesinatos.

Torturas, prisión, malos tratos, hambre atroz, homicidio, tiroteos, ametrallamientos, bombardeos salvajes, desapariciones..., no se libró el pueblo español de padecer ningún sufrimiento a manos de los asesinos alemanes ultraconservadores, durante los tres años de su bestial ataque a España de 1936 a 1939. Y ahora, durante los 13 años del presente siglo XXI la opresión persiste y los agresores son los nietos de aquellos nazis.

Las terribles imágenes con las que acompaño este texto han de servir de paradigmática  metáfora de cómo los años han mudado las formas, pero no los objetivos y las consecuencias de los actos perversos de los conspiradores. En ellas podemos condolernos con un español republicano, fiel al Gobierno y al Estado legalmente constituidos, mientras es salvajemente torturado por sus captores nazis de la Legión Cóndor hitleriana en campos vallisoletanos de la vieja Castilla.





El sufrimiento es palpable. Las bestias nazis lo han amarrado a una cruz improvisada, lo han amordazado y lo han inmovilizado con cuerdas a la altura de los tobillos y los muslos. Las alimañas nazis se mofan de él y disfrutan del suplicio. Terribles son estas viejas instantáneas. Terrible es que 75 años después, los españoles de hoy sigamos sintiéndonos víctimas de la crueldad de los plutócratas alemanes y de sus siervos hispanos del Partido Popular, nietos de los poderosos de ayer. Y más terrible resulta aún que estas imágenes de un español torturado por criminales nazis se vendan en el portal de subasta y coleccionismo Ebay (http://www.ebay.es/itm/Guerra-Civil-Legion-Condor-Castilla-Leon-Valladolid-Burgos-prisoners-of-war-2-/400538099462?pt=Militaria&hash=item5d41ee5f06&_uhb=1)

mister.kite se llama el vendedor alemán que trafica en este sitio web con el gráfico tormento de un español y que también tiene en almoneda un amplísimo catálogo de fotografías de las fechorías y maldades de los criminales de lesa Humanidad alemanes en la España de los años 30 (ver http://www.ebay.es/sch/i.html?_odkw=Guerra+Civil-Legion+Condor-Castilla-Le%C3%B3n-Valladolid&_osacat=0&_from=R40&_trksid=p2045573.m570.l1313.TR0.TRC0&_nkw=Guerra+Civil-Legion+Condor-Castilla-Le%C3%B3n-Valladolid&_sacat=0 ).

En el pie de foto original, "Gefangener-Prison-soldat-spanien-Spain-Ebro Front-Legion Condor-beceite-199", es decir, prisioneros republicano en Beceite, Aragón.



En el pie de foto original, "Gefangenenlager-Prison-spanien-Spain-Ebro Front-Legion Condor-beceite-202", es decir, campo de prisioneros republicanos en Beceite, Aragón.



En el pie de foto original, "Bilbao resiste. Prisioneros rojos republicanos. Cinturón de Hierro. guerra civil 1937". Foto extraída de www.todocoleccion.net


Tras las atrocidades cometidas en suelo español, entre ellas los cientos de muertos durante las destrucciones de Guernica y de Durango, los constantes bombardeos sobre los civiles de Madrid, Belchite y Brunete, las ofensivas terrestres con Panzers y blindados sobre las poblaciones de Aragón y Cataluña, la Legión Cóndor nazi regresó a Alemania para proseguir en el continente el exterminio de los pueblos libres. Después de su derrota y acabada la Guerra, Alemania fue condenada en 1945 a abonar a los aliados 20.000 millones de dolares (en maquinaria y fábricas) en concepto de reparaciones de guerra, debiendo pagar además otros 20.000 millones de dolares a Polonia por condena en 1956 y otros 20.000 millones a Yugoeslavia en 1971.

Sin embargo, Alemania –la misma Alemania que hoy tiraniza y oprime a los españoles y a los ciudadanos del sur de Europa-- nunca pidió ni pedirá perdón, ni tampoco abonará reparaciones de guerra alguna al Pueblo y al Estado español por las decenas de miles de asesinatos, de torturas, de muertes y por la destrucción de miles de propiedades privadas y públicas.

Y nosotros, los hijos y nietos de los atormentados y masacrados por los nazis, nos sentimos igualmente indefensos ante el despotismo del que nos hacen víctimas sus nietos, mientras además callamos ante la humillación de saber que a nuestra costa se comercia con las imágenes de nuestros mayores y con el resultado de nuestros padecimientos. Los de ayer. Los de hoy.

Post scriptum: gracias, Rubens Ascanio Gómez por compartir tu hallazgo de estas oprobiosas imágenes.