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miércoles, 14 de enero de 2015

Violaban, mutilaban, destripaban y decapitaban a los republicanos espoleados por sus jefes: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 14

Estas eran las alimañas que masacraban a los sindicalistas, jornaleros, republicanos, tibios e indiferentes de Andalucía, Extremadura, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Aragón... Curtidos en mil batallas, enrolados los españoles en el Tercio o en Regulares y los magrebíes como soldados de fortuna en harkas indigenas encuadradas en despiadadas columnas y divisiones africanistas, decenas de miles de militares europeos y más de 100.000 mercenarios marroquíes de las kábilas más fieles al poder colonial europeo sometieron al terror a resistentes y a civiles desarmados de Sevilla, Cáceres, Badajoz, Toledo (estas dos tras una atroz matanza), Madrid, etc. Espoleados por sus oficiales hispanos, los terribles rifeños y los bárbaros cristianos de este lado del estrecho hicieron alarde de su habilidad adquirida en las guerras coloniales de dos décadas antes --tal como puede verse en estas dos horrendas instantáneas de origen incierto-- para cercenar orejas, narices y testículos mientras violaban, mutilaban, destripaban, decapitaban y robaban a sus víctimas inermes ante los regocijadas miradas de sus jefes, expertos matarifes también ellos entre los nativos del Rif, Melilla, Annual... Los sanguinarios mesnaderos fueron instrumento decisivo en el preconcebido plan eugenésico de exterminio de la rebeldía proletaria e intelectual. Así lo hicieron. Y lo consiguieron. Y de aquellos polvos, estos lodos.




He reflexionado mucho sobre la oportunidad de traer a "TODOS LOS ROSTROS" estas dos horripilantes fotografías. He optado finalmente por su publicación, pues al fin y al cabo son testimonios incuestionables que reflejan la eficacísima barbarie con la que los franquistas africanistas sembraban el terror entre las poblaciones conquistadas. Así actuaron en Marruecos los "nuestros"; así actuaron sus moros mercenarios a sueldo en España. Ocultar pues estas instantáneas no sería honesto e iría en detrimento del conocimiento y de la Memoria. Y contra la desmemoria, solo hay una receta: "Ni Olvido, ni Perdón; Verdad, Justicia y Reparación".