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jueves, 16 de abril de 2015

Derribemos la puta cruz, identifiquemos a los verdugos, obliguemosles a pagar culpas y a devolver lo expoliado, persigamos su crimen de lesa Humanidad porque no prescribe...: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 106

El Estado debiera haber puesto al servicio de las familias, voluntarios, investigadores y ARMH todo su aparato administrativo y jurídico para desentrañar, descubrir los archivos ocultos e investigar toda la archivística documental, para que ese mismo Estado y con cargo a su presupuesto (como está mandado) se encargara de descubrir, investigar, exhumar, identificar, entregar, caracterizar, señalizar y publicar cada fosa común de republicanos asesinados por los enemigos de la Libertad. Sólo en Andalucía hay 700 tumbas masivas. En el resto del Estado, miles más.

Ésta debiera ser la labor de ese Estado supuestamente democrático y del Gobierno, aunque éste sea el de los fascistas del Partido Popular heredero patrimonial e ideológico de los asesinos. Lo dice la ONU, lo asegura Europa, insisten en ello las asociaciones de dignificación de la Memoria, lo decimos nosotros los recalcitrantes memorialistas. Hagamos entonces entre todos un viaje al país de Nunca Jamás, o  los Mundos de Yupi, o a la Utopía de Moro, y en ese país democrático ideal marquemos cada fosa, convirtamos cada espacio en un centro de interpretación, derribemos la puta cruz y hagamos de Cuelgamuros un museo, desmitifiquemos la secta católica, identifiquemos a los que hoy dos generaciones después se siguen beneficiando del expolio y del latrocinio cometido por sus familiares asesinos, obliguemosles a pagar sus culpas, y a devolver lo robado, persigamos al culpable superviviente que aún los hay, mandémosle a prisión porque el crimen de lesa Humanidad no prescribe,... y revitalicemos los valores por los que nuestros mayores fueron asesinados, torturados, muertos, represaliados, aniquilados. Justicia se llama eso. Justicia. O probablemente, utopía absurda e inalcanzable.

Pero andemos inmersos o no en un mundo ilusorio, no podemos cejar por ello en nuestro empeño. Porque no hay ni debe haber Olvido ni Perdón. Contra la desmemoria sólo es admisible la Justicia, la Verdad y la Reparación.

Fuente de la imagen: chdetrujillo.com